Sabías que, las creencias nos hacen actuar de forma precipitada sin cuestionar, son verdades absolutas. La mayoría de las creencias limitantes son aprendidas en la niñez y también en la vida fetal y son almacenadas en el inconsciente. En los primeros siete años de vida, entra con facilidad información a lo más profundo del inconsciente, debido a que a esa edad no hay filtros, aun no se cuenta con un buen nivel de madurez en los procesos cognitivos, por lo que estas creencias se convierten en pensamiento y estos en nuestra realidad interna.
Cuando se nos dice repetidamente algo terminamos creyéndolo inconscientemente, por ejemplo, eso de que los niños no lloran o que, las niñas son malas para las matemáticas pueden volverse verdaderos postulados en la vida.
Es así como, las creencias limitan nuestro crecimiento y evolución condicionando el presente.
Existe detrás de ellas una connotación emocional intensa que es posible trabajar mediante la Terapia de Vida Pasada (Regresión) reconociendo el cuándo, el para qué y el por qué fue creada tal creencia, trayéndola al consciente y transformándola.